- Luego de quedarse sin trabajo busco hacer algo distinto a su profesión, por lo que decidió emprender junto a su marido ya que se les presentó una oportunidad de negocio. Lo hizo en plena pandemia y, hoy mirando hacia atrás, nos comparte que, si bien hubo harto sacrificio y esfuerzo, todo valió la pena. Esta es su historia.
La publicista Valeria Abusleme (37) abrió su tostaduría El Nogal justo cuando la pandemia llegó a Chile. Y así en plena crisis sanitaria frente a todo pronóstico pasó de vender en redes sociales a abrir dos tiendas y vender a grandes cadenas. En enero de 2020, ella y su marido quedaron sin trabajo y debían reinventarse. En conversación con Al Damir, nos contó que hubo un momento en que empezaron a vender tanto, que los obligó junto a su esposo y socio, Fernando Silva, a cerrar una tienda en Vitacura, por lo que decidieron quedarse sólo con el local de Lo Barnechea.
“Siempre quise emprender y se dio la oportunidad a partir de la crisis que estábamos viviendo como país post estallido social y los inicios de la pandemia. Respecto a la venta minorista la calidad, presentación de nuestros productos, la experiencia de compra en nuestra tienda y la rapidez de entrega de nuestro canal online www.tnogal.cl En la venta mayorista somos una empresa versátil en crear productos según las necesidades de cada cliente. Trabajamos nuestra marca y también en el desarrollo de marcas propias”, nos cuenta Valeria.
Hoy, la publicista Valeria Abusleme es cofundadora y socia de la tostaduría El Nogal junto a su esposo, una empresa de frutos secos y que ha crecido exponencialmente: empezaron vendiendo en redes sociales y a través de su sitio web. Lo otro, es que al principio todo lo hacían en su tienda de Lo Barnechea (que actualmente sigue abierta), pero desde que crecieron vendiendo a mercados mayoristas armaron un equipo de trabajo y ya cuentan con una bodega donde preparan todo para entregar en sus puntos de venta. Además, tal ha sido el éxito que generaron una alianza con cadenas como Unimarc, Petrobras y Copec para vender sus productos.
Gracias a esto, su tostaduría El Nogal llega a todo Chile. Y lo mejor de todo es que sus productos se comercializan en cafeterías y locales de productos gourmet. También junto a sus socios decidieron ver una nueva línea de negocios que es la venta de frutos secos a granel, en sacos de cinco kilos, a precio mayorista o a pequeños negocios que los utilizan como materia prima para la elaboración de regalos corporativos. Además, proveen a emprendedores y emprendedoras que quieran crear su propia marca, a las que les ofrecen un 30% de rentabilidad.
EL CAMINO DE EMPRENDER
Cuando le preguntamos cómo recuerda el primer día que comenzó toda esta nueva experiencia de emprender con su propia empresa por primera vez nos cuenta: “Empezamos vendiendo por whatsapp, mientras preparábamos la apertura de nuestra primera tienda en Lo Barnechea. Nuestra tienda tiene dos pisos y, en esa época teníamos nuestra envasadora ahí mismo en el segundo piso. Antes de abrirla al público activamos cornershop sin saber bien de que se trataba. Me acuerdo que iba camino a la tienda y había una fila de corners esperando a que les entregáramos los pedidos y nosotros no teníamos idea que habían llegado y que era lo que iban a buscar. Cuando activas cornershop por primera vez, te ponen en “nuevas tiendas”, entonces ¡es una locura! Primero creamos la empresa en un día y empezamos a pedir frutos secos. Partimos desde cero. Embalábamos en la casa y vendíamos a amigos y familiares y ellos nos recomendaban… los frutos secos siempre me han gustado por un tema de alimentación, pero nunca me imaginé que iba a estar en un negocio relacionado con esto”.
Con las ganancias de las primeras ventas invirtieron en la imagen de marca. Crearon un logo, página web, hicieron una producción de fotos y empezaron a vender a través de Instagram, que se convirtió en uno de los grandes canales de venta hasta hoy. Pero al poco tiempo en junio del 2021 lograron abrir su primer local en Lo Barnechea.
Sobre lo difícil que es emprender, esta madre de tres hijos y de origen árabe nos comparte. “La verdad es que ha sido increíble y súper difícil a la vez. Los dos primeros años fueron solo de aprender y ese aprendizaje tuvo costos permanentes. Abrimos nuestra segunda y tercera tienda, luego nos dimos cuenta que íbamos por el camino equivocado y empezamos a moldar y enfocar el negocio en la venta mayorista. Apostamos a bajar nuestros márgenes, pero a aumentar el volumen teniendo una estructura y costos fijos más bajos. Nuestro primer retail fue Esmax, Spacio 1 de Petrobras, llegamos a ellos gracias a la municipalidad de Vitacura por un proyecto que hacían para emprendedores”.
Respecto a los tips que le daría a quienes buscan emprender por primera vez entrega varios consejos prácticos: “Lo primero es tener un diagnóstico claro como empresa, que todas las estrategias que se tomen sean en base a un foco; hacer lo más eficiente posible los costos fijos; tener un flujo de caja; ofrecer un mix de productos en base a necesidades y consumo. Enamórate de tu trabajo, hazlo con pasión y realmente créete que los límites solo te los pones tú”.
Finalmente, Valeria nos comparte sobre sus raíces palestinas y lo orgullosa que se siente. “Mis abuelos por el lado papá y mamá eran de Beit Jala. Llegaron cerca del 1890, sin siquiera conocer el idioma. Como emigrantes fueron muy sacrificados, pero gracias a su trabajo y esfuerzo las próximas generaciones que siguieron pudieron gozar de esos beneficios que su trabajó nos permitió. Mi papá y mamá son mis inspiradores y ejemplo a seguir, una cadena que siempre lucharé por no romperla para las generaciones que vienen. Ciento por ciento digo con fuerza que me siento muy afortunada y orgullosa de ser árabe, me encantan los negocios y trabajar. Creo que siempre lo he llevado en mi sangre”.
Por Paulina Latrach T.
