- A fines de junio fue reelegido por segundo periodo consecutivo como la máxima autoridad del tenis nacional. Aquí habla de su trayectoria, lo que logró durante su primer mandato y lo que falta por hacer, a su juicio, para mejorar el tenis del país.
La Federación de Tenis de Chile está ubicada en la calle Cerro Colorado entre Alonso de Córdova y Américo Vespucio. Ocupa alrededor de siete mil metros cuadrados distribuidos en un gimnasio Sportlife, seis canchas de padel, las oficinas y ocho canchas de tenis. A pesar de estar en la ciudad, su abundancia de árboles y vegetación entrega la ilusión a los visitantes de que se está en un club de campo.
La oficina de Sergio Elías está decorada en tonos madera. De las paredes cuelgan una decena de premios y reconocimientos, y en la mesa de centro, hay seis estatuillas más, todas reconociendo su aporte al tenis desde distintas dirigencias.
Sergio Elías ha ocupado muchos cargos, tantos que a veces duda si uno de esos títulos le corresponde y se esfuerza por recordar con exactitud las fechas, nombres, el orden de las cosas que se entremezclan. Su carrera como dirigente deportivo comenzó, sin pretensiones cuando tenía 20 años, como presidente de la rama de fútbol del Club Social Palestino. Fue después de que conoció a su esposa, la tenista Leyla Musalem, que se interesó en el área administrativa del deporte blanco.
– ¿Cuándo empezaste a jugar tenis?
Como todos, a los 14 años con la raqueta de madera del papá.
– ¿Tu papá jugaba tenis?
Todos los paisanos jugaban, pero en esa época no era jugador, nunca competí. A los 19 conocí a Leyla, y mi suegro me dijo que si quería estar con ella tenía que aprender a jugar tenis y hasta ahí llegaron mis días como futbolista (ríe).
En cuatro años Sergio pasó de tercera categoría a primera en singles y a honor en dobles, y a los 26, ya abandonado por completo el fútbol, se convirtió en director de la rama de tenis del Club Palestino. Desde entonces empezó a escalar como dirigente hasta llegar en 2013 a ser elegido en su cargo más alto; director de la Federación Internacional de Tenis (ITF).
Su mandato duró hasta 2019 y, tras su retiro, fue nombrado Consultor Honorario Vitalicio; es al primer chileno que le entregan este título.
– ¿Cómo se dio tu ascenso en la dirigencia del tenis?
Yo hacía mucho deporte y generalmente los deportistas tienden a ser parte de las directivas. Cuando sabes de un deporte y te gusta, naturalmente quieres que sus condiciones mejoren. A medida que iba creciendo conocía gente que me proponía hacerme cargo de distintas áreas y para mí era un honor, como cuando Don Carlos Abumohor (presidente del Club Social Palestino 1962-1987) me pidió integrar el Directorio Central del Club.
En mayo de 2018, la ministra del Deporte, Pauline Kantor, y el director del Instituto Nacional del Deporte, Renato Palma, lo citaron a reunión para solicitarle que se hiciera cargo de la Federación que en esos momentos no contaba con directorio.
Sergio aceptó y junto a un grupo de ex tenistas conformaron una lista. El 7 de julio de ese año fueron elegidos por las asociaciones de tenis del país.
– ¿En qué condiciones estaba la Federación cuando llegaron?
Se encontraba intervenida por el Instituto Nacional del Deporte (IND). En la práctica, esto significaba que los fondos públicos los administraba un interventor nominado por el IND y el Comité Olímpico, pero como en ese momento no había directorio también dirigía las platas de lo percibido por la Federación. Por otro lado, había una deuda de 1500 millones de pesos entre proyectos no rendidos, como la donación de un millón de dólares de Jaime Musalem, y rendiciones pendientes al IND, además de deudas a proveedores y obligaciones históricas con jugadores de la Copa Davis.
– ¿Cuáles fueron tus mayores logros en tu primer periodo?
Junto al directorio logramos pagar, repactar y rendir gran parte de la deuda. Recuperamos la confianza de los jugadores de Copa Davis y de los patrocinadores de la institución. En enero de este año, terminamos con la intervención del IND al cumplir con todas las rendiciones pendientes desde 2013. Sin embargo, nuestro mayor logro fue sanear la imagen de la Federación de Tenis de Chile.
– ¿Cuáles sientes que fueron tus mayores desafíos u obstáculos?
En gran parte, la pandemia que nos tuvo paralizados casi 20 meses, pero lo más duro fue perder 11 canchas que usó la Municipalidad de Las Condes para desarrollar un proyecto de parque. Ahora es un terreno absolutamente subutilizado. Esto fue un tema político, el ex alcalde Joaquín Lavín quería mostrar esto como su obra antes de dejar la Municipalidad, porque el proyecto de las viviendas sociales hasta el día de hoy no empieza. Esto fue un gran daño para el tenis y su comunidad ya que las canchas eran utilizadas principalmente por profesores que impartían clases a personas de todo Santiago y también de regiones.
– ¿Por qué decidiste postular a un segundo periodo?
Porque la tarea no está terminada, aún tenemos muchos proyectos por desarrollar. Nos presentamos en la directiva con Ronaldo Salameh Saieh, Naim Campos Flores y Carlos Frías Budge como comité ejecutivo y fuimos elegidos por unanimidad por las asociaciones de tenis del país, junto a cinco directores electos de un total de seis candidatos.
– ¿Qué queda por hacer?
Durante el primer periodo, nuestra misión fue organizar toda la parte administrativa y financiera. Ahora debemos concentrarnos en el área deportiva, impulsando el desarrollo de mejores proyectos para atraer a más jugadores. Una de nuestras responsabilidades es mejorar el Circuito de Menores. Actualmente tenemos registrados en la Federación a 810 niños, nuestra meta es llegar a dos mil en dos años. Tenemos un gran desafío, pero tengo confianza que con la nueva directiva seguiremos mejorando el tenis nacional.
