Por Lorena Latrach Z.
Psicóloga, Magíster Clínica-Medicina China
Nuestra salud se ha visto resentida en este último tiempo, experimentando diferentes malestares físicos, psicológicos y emocionales. La ansiedad es uno de ellos. Lo primero que debemos saber es diferenciar la ansiedad de la angustia. La primera alude al plano psicológico, mientras que la segunda se refiere a problemas de índole físico o somático.
La Ansiedad es una respuesta emocional compleja que afecta nuestras respuestas fisiológicas, cognitivas y conductuales. Además, si está presente por mucho tiempo tiene un fuerte impacto en nuestra salud: alteraciones del tránsito intestinal, cefaleas, tensión muscular, falla en la memoria a corto y largo plazo, incapacidad para relajarse, irritabilidad e insomnios, entre varios síntomas.
Lamentablemente esta pandemia ha tenido enormes efectos en la sociedad y nos ha llevado a cambiar nuestro estilo de vida. Situaciones como el encierro, la incertidumbre y el aislamiento, nos han generado alteraciones en distintas áreas de nuestra vida. En mi consulta, he visto un un aumento de pacientes con distintos cuadros clínicos que han desembocado en crisis de pánico, trastornos de ansiedad generalizada y depresión.
ALGUNAS RECOMENDACIONES
Hay muchas maneras de tratar la ansiedad y existen varias pautas para lograr el equilibrio energético y emocional.
En la medicina china, se postula la idea de energía. Nuestro cuerpo consta de canales energéticos: energía heredada de los padres (Qi Ancestral), energía nutritiva o de los alimentos (Rong Qi), y la energía pulmonar (Zhong Qi).Dichos canales estarían asociados a su vez con órganos energéticos, y éstos, a emociones. Por ejemplo, la ansiedad como emoción, estaría relacionada con la energía del corazón (donde reside la mente), energía del bazo (ligado a la rumia mental), hígado (relacionado con la ira), riñones (emoción del miedo) y los pulmones (la tristeza). Como vemos, la ansiedad abarca todos los niveles energéticos del cuerpo, disminuyendo su función energética o bloqueando su energía.
Para ello es necesario equilibrar la energía con terapias complementarias como: reiki o los ejercicios milenarios del Chi Kung o el Tai Chi, aromaterapia, flores de Bach, yoga, alimentación equilibrada (verduras y carnes, evitar alimentos procesados o altos en grasas, bebidas energéticas), acupuntura, digitopuntura y auriculoterapia, entre otras.
En el plano psicológico es importante realizar actividades placenteras, aprovechar el tiempo para aprender cosas nuevas, disminuir la exposición a las noticias catastróficas y cultivar el humor que es siempre un buen aliado. El contacto con los seres queridos es muy importante y debido a que la pandemia nos ha impedido verlos en forma física, es vital mantener la comunicación, sobre todo con aquellas personas que no manejan internet como los adultos mayores.
Además, es fundamental mantener una rutina diaria, respetando los horarios de descanso, comida, trabajo y recreación.
Disminuir en lo posible la ingesta de alcohol y tabaco, evitar el consumo de drogas porque si bien a primera vista pareciera que contribuyen a sobrellevar la ansiedad, solo la agudizan, gatillando en algunos casos, depresiones y otros trastornos psicológicos.
Tenemos que ser responsables con nuestra salud, es importante acudir a un especialista para evitar, en lo posible, futuras complicaciones o bien para minimizar los síntomas.
Psicóloga Lorena Latrach Z.
Magíster Clínica-Medicina China
psicologalatrach@gmail.com
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