- Esta nueva iniciativa legal, que ya fue aprobada por el Congreso y Tribunal Constitucional, sólo espera la firma del Presidente Gabriel Boric para comenzar proceso de implementación.
Por unanimidad en el Senado y mayoría en la Cámara de Diputados, se aprobó esta nueva Ley Corta de Donaciones. “Esta norma considera sectores que habían estado marginados de las donaciones como salud, medio ambiente y la ayuda humanitaria a países extranjeros. Esto significa un cambio de paradigma para instituciones que realizan labores humanitarias fuera de Chile y permite que sus donantes puedan recibir beneficios tributarios a la hora de donar, como ejemplo a Fundación Belén 2000, cuyo principal objetivo es ayudar a niños y niñas en Palestina”, afirma Alexis Sfeir, gerente general de Belén 2000. “Esto –agrega- ha sido una importante labor de organizaciones que representan a la sociedad civil que fueron convocadas, por Mesa Circular, y donde nuestra fundación, junto con miembros de la comunidad palestina, nos involucramos para lograr articular un trabajo conjunto para evidenciar, a nivel del poder ejecutivo y legislativo, la necesidad de establecer beneficios tributarios para la ayuda humanitaria fuera de Chile”.
Alexis Sfeir comenta que Chile es, hace varios años, un país miembro de la OCDE lo que esto significa que dejó de ser una nación receptora de ayuda internacional. “El Estado Chile tiene la obligación de entregar ayuda a los países más necesitados y las organizaciones de la sociedad civil pedían no quedar fuera de este objetivo de concretar ayuda humanitaria en el exterior. Para nosotros es una tremenda oportunidad porque nos permite conectar nuestro propósito con más gente, y a su vez, convocar a más personas, ofreciéndoles beneficios concretos en aspectos tributarios tanto a empresas, sociedades de inversión y personas naturales, para aumentar a nuestros beneficiados, los niños y niñas en Palestina, que tanto nos preocupan y ocupan como Fundación”.
“La ciudadanía quiere, de forma transversal, tener mejores proyectos de ley, mejores políticas públicas y como Ministra del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, me correspondió recoger el deseo de las organizaciones sociales de mejorar la ley de donaciones. Cuando uno escucha, cuando uno conversa, se encuentra finalmente con esa conexión de quienes finalmente viven lo que son las modificaciones que tenemos que hacer, y quien mejor que la sociedad civil para decirnos dónde estaban los dolores, donde estaban los problemas y donde estaban los cambios que teníamos que hacer. Estamos contentos de que este proyecto haya visto la luz y que se hayan destrabado los obstáculos que impedían el desarrollo de tantas iniciativas solidarias”, destaca Karla Rubilar, ex ministra de Desarrollo Social y Familia.
Para el Director Ejecutivo de Mesa Circular, Ignacio Grez, “la solidaridad no reconoce fronteras y por lo mismo nos alegramos de que finalmente puedan acogerse a los beneficios tributarios propios de las leyes de donación, las organizaciones que se preocupan de asistir humanitariamente a quienes se hayan lejos, como lo hace la Fundación Belén 2000 en Palestina. Ahora, muchos chilenos podremos hacernos parte y ayudar frente a las crisis humanitarias de las que estamos siendo testigos permanentemente, en Palestina, África o Ucrania. Y podremos así valorar y asistir a cada persona, más allá de su cercanía física o del lugar donde habiten o hayan nacido, porque la solidaridad no tiene una restricción geográfica”.
ALCANCES DE LA NUEVA NORMATIVA
Hasta ahora existen 26 leyes de donaciones y se agrega una más que no reemplaza ni modifica a las ya vigentes. La Ley de Bien Público es la norma número 27 que simplifica las ocho leyes que permiten deducir la donación como gasto, y las cuatro que eximen del impuesto a las donaciones. Las normativas que permiten rebajar la donación como crédito y gasto se mantienen, como la Ley Valdés, Ley de Fines Sociales y Ley del Deporte. Los elementos más positivos de esta nueva iniciativa son que libera de la penalización de hasta un 75% por aportar al bien público sin una ley especial. Además se pueden donar todo tipo de bienes, realizar aportes desde el extranjero y mejorar los límites de las donaciones. También incluye una serie de áreas de beneficio público como: desarrollo social, comunitario y urbanístico; salud, educación, ciencias, cultura y deporte; medioambiente; culto; género y derechos humanos; protección infantil y familiar; pueblos originarios; migrantes; diversidad y no discriminación; fortalecimiento de la democracia; catástrofes y bomberos; ayuda humanitaria en países extranjeros, prestada de manera directa por la entidad donataria y defensa de los animales.
“La ley de donaciones (futura ley 21.440) es un gran avance para miles de personas y organizaciones que, de forma desinteresada, colaboran con iniciativas de ayuda social, tanto en Chile como en el extranjero. Un trabajo que fue reconocido y fortalecido en la tramitación que me tocó ser parte, como presidenta de la Comisión de Hacienda. Hoy debemos dar un segundo paso y permitir que el reglamento que aplique la ley facilite a las organizaciones llevar a cabo su bella labor. Lo importante es que este proceso sea lo más eficiente y rápido”, señala la senadora Ximena Rincón.
Roberto Peralta, abogado impulsor de esta ley y miembro de Mesa Circular, organización que convocó a organizaciones de la sociedad civil para impulsar esta ley, destaca que lo más importante de esta nueva normativa es “que se rompe la lógica que existe hasta ahora que si uno quiere donar para ayudar a los demás no tiene que ser castigado. No es un gustito personal. Hoy en día, si las sociedades de inversión invierten su dinero no pagan impuestos pero si donan a los demás, la ley pensaba que era un gusto personal y podían llegar a pagar hasta un 75% de impuesto. Además, también establece que no es sólo el Estado quien decide cuáles son los bienes públicos que se van a financiar sino que es la sociedad civil quien tiene ahora un espacio para desarrollarse y aportar al bien público”.
El abogado señala que esta ley es muy relevante para fundaciones como Belén 2000. “Todos los países estamos conectados con el mundo y Belén 2000 tiene una conexión muy especial con Palestina y Medio Oriente. Desde un punto de vista geopolítico y de humanidad, la ayuda que realiza Chile a la educación de niños y niñas en Palestina, a través de Belén 2000, es un activo que nos potencia como país”.
Al hacer un balance de lo que fue la gestación de esta nueva ley de donaciones, Roberto Peralta comenta que aunque el proceso requirió muchos años de trabajo, el esfuerzo valió la pena. “Formé parte de varios equipos, nos fuimos reuniendo con distintas personas en el tiempo. Lo interesante es que se fueron creando varios grupos: pobreza, medio ambiente, ayuda internacional y salud, entre otros. Nos dábamos cuenta de que era absurdo que se limitara tanto a la sociedad civil y que hubiera tanta desconfianza porque incluso, en la ayuda internacional, habían organizaciones chilenas que no querían que los aportes se fueran para el exterior”.
Finalmente, Roberto Peralta hace un llamado a todos quienes deseen ser parte de la noble causa de ayudar a Palestina. “Una donación, primero que nada, tiene que tocar el corazón, el aportar a esa causa debe generar un significado importante. Gracias a esta nueva ley, esa gestión tiene un beneficio tributario, por lo tanto, el poder aportar a una causa que para ti es importante, primero no tiene un castigo y tiene un costo más bajo. En este caso particular si tu aportas 100 a ti te va a costar 60”.
Paulina Yarur Chamy