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María Constanza Jadue Salamanca:
EN PANDEMIA HAN AUMENTADO LOS PACIENTES QUE NECESITAN REHABILITACIÓN MOTORA Y RESPIRATORIA

La kinesiología es un área de la salud que busca mejorar la calidad de la vida de las personas y en muchas ocasiones, juega un rol importante en la rehabilitación. Es por eso que esta descendiente de palestinos quiso abrir su propio centro kinésico debido a la gran cantidad de pacientes que llegan en busca de ayuda.

Para nadie es desconocido que la alta incidencia de enfermedades respiratorias en todo el mundo, ha requerido el refuerzo de especialistas kinesiólogos para garantizar el uso adecuado de los ventiladores mecánicos y atender a los pacientes postrados en las camas habilitadas ante la contingencia. Y lo cierto es que el rol que han cumplido los kinesiólogos ha permitido la reinserción de los pacientes a su rutina habitual, mejorando con esto su calidad de vida. Pero dentro de esta área, la quiropraxia también ha ido en aumento. Con la pandemia, las personas también han resentido su cuerpo y a fin de año, las tensiones musculares también son parte del día a día.

Es por eso que frente a este escenario, conversamos con la kinesióloga María Constanza Jadue (30) acerca de cómo ha afectado la salud de muchos chilenos producto de  la pandemia. Ella nos contó que siempre quiso estudiar algo relacionado con la salud, en especial, cuando veía los casos de Teletón y la rehabilitación que se hace por los miles de niños.

“Desde muy pequeña me cautivaba ver el progreso y la evolución de los niños en su rehabilitación de Teletón, mediante la utilización de todas sus habilidades para lograr hacer sus actividades de la vida diaria. Me llamaba mucho la atención la fortaleza y lo perseverancia de ellos para lograr sus objetivos que se presentaban día a día. A su vez, me encantaba ver que las personas que estaban en su tratamiento eran personas de la salud sin saber en ese momento que eran kinesiólogos. Cuando estaba en la educación media, me di cuenta que me gustaba y tenía habilidades en el área de la biología y de la educación física. Siempre me gustó mucho el deporte y la vida sana. Durante ése periodo de mi vida, tuve una lesión en la columna por lo que comencé una terapia kinésica. Me llamó mucho la atención la labor del kinesiólogo, puesto que además de ayudarme en mi rehabilitación también percibí contención desde la parte emocional. Ahí me di cuenta que tienen una labor muy integral, que comprende tanto lo físico como lo psicológico”, cuenta Constanza Jadue.

Y lo logró con creces, porque hoy se dedica a las áreas de traumatología, neurología, geriatría y ámbito respiratorio, ésta última ha ido en aumento. Además, decidió en plena pandemia, en abril de este año, abrir su propio centro llamado Kineflex, donde atiende a pacientes de distintas edades y está ubicado en Las Condes. El Instagram es @kineflex.spa y la página web www.kineflex.cl

  • ¿Emprender en pandemia te dio algo de temor?

 Sí, la verdad es que en un comienzo hay mucha inquietud de emprender. Sin embargo, fue uno de los desafíos que quería vivir. Me encanta que el paciente llegue a la consulta y se sienta confortable, protegido, seguro, ya que desde el primer momento les entrego mi apoyo y les explico que la rehabilitación es un trabajo de mucha constancia que implica cuidarse a uno mismo y, es un proceso de sanación que los voy a ir acompañando en todo momento de su tratamiento. En realidad, siento que voy por buen camino, ya que me alegra mucho que los pacientes sientan que van mejorando y aprendiendo cada vez más de su cuerpo, el movimiento junto con el descubrir sus capacidades y habilidades físicas durante su tratamiento. Este feedback constante de mis pacientes hace que quiera seguir creciendo y poder aportar en el bienestar de las personas.

  • ¿Quiénes te apoyan?

Los que me han apoyado en toda mi vida es a mi familia, mi pololo y mis amigas. Ellos siempre han estado ahí, han sido una parte fundamental en el desarrollo de mi vida y ahora más que nunca en este emprendimiento. Quiero agradecer a Felipe Porte, publicista, Micaela Jadue y Jaime Ramirez mis diseñadores y, a Alonso Lever, fotógrafo. Además de realizar terapias kinésicas, estoy realizando masajes basado en técnicas manuales corporales para liberar tensiones musculares y posteriormente generar relajación en todo el cuerpo, mediante el uso de aromaterapia, musicoterapia e implementos kinésicos para lograr la relajación muscular del paciente. Actualmente, tengo giftcards para cumpleaños y Navidad.

  • Hoy, ¿hay más demanda de las personas producto de la pandemia?

Sí, con la pandemia aumentó exponencialmente la concurrencia de los pacientes a terapia kinésica, debido a que las indicaciones sanitarias restringían que las personas pudiesen realizar sus actividades habituales de la vida diaria, lo que provocó que aumentaran los casos de sedentarismo, obesidad, lesiones físicas causadas por posturas inadecuadas del home office. Asimismo requirieron de rehabilitación kinésica respiratoria y motora todos aquellos que padecieron el virus Covid-19, afectándoles la vía respiratoria, cardiovascular y físico.

  • ¿Cuáles son los nuevos desafíos en esta área?

Creo que todas las personas que pertenecemos al área de la salud hoy más que nunca tenemos que ponernos al servicio de las personas y me siento orgullosa de ser partícipe de éste equipo para el bienestar de la población. La verdad, es que después de estudiar kinesiología continué formándome en distintas áreas, según lo que requerían mis pacientes. Estoy muy contenta de poder seguir formándome ya que puedo ir complementando e integrando las distintas formaciones en la rehabilitación de mis pacientes otorgándoles el tratamiento más óptimo posible para ellos.

  • ¿Cómo ayudas a tus pacientes?

A todos mis pacientes, ya sean niños, adultos y adultos mayores los ayudo a lograr los objetivos de su rehabilitación, integrando el ámbito físico y emocional, mediante el aprendizaje de tomar consciencia de sus capacidades y habilidades de su cuerpo con el fin de reintegrarlos a sus actividades de la vida diaria y así tener una mejor calidad de vida.

Por Paulina Latrach T.

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