No hay nada más representativo que el cariño y el calor de hogar y, si eso se acompaña del sabor y aroma que tiene la cocina chilena, mejor aún. Y es que todos tenemos recuerdos de haber compartido o saboreado algún plato típico chileno, esos que preparan nuestras abuelas y que pasó de generación en generación.
La Sanguchería “Los Sinvergüenzas” lleva casi 6 meses y lo cierto es que Gabriel Latrach (40), descendiente palestino, soltero y padre de 2 hijos se atrevió a emprender en plena pandemia, porque necesitaba reinventarse. Estudió gastronomía internacional y trabajó por 3 años en una línea de cruceros. “Estuve en una compañía de origen griego de cruceros Celebrity Cruises fusionada con Royal Caribean. Pasaba a bordo entre seis y ocho 8 meses por 2 meses de vacaciones, entonces tuve la oportunidad de recorrer toda la zona mediterránea del sur de Europa. Partí la primera vez en Venecia, para luego ir a Grecia, Croacia, Sur de Francia, Islas Griegas, Italia, España. Además, dentro de las rutas, nos tocaba hacer trasatlánticos, en donde cruzábamos durante 3 días recorriendo todas las islas, pasábamos por Estados Unidos, Canadá y retornábamos a Europa. Fueron años de mucho aprendizaje y obviamente de conocer harto de gastronomía”, dice Gabriel.
Cuando le consultamos acerca de su emprendimiento nos cuenta que “Mi sanguchería ‘Los Sinvergüenzas’ trata de rescatar los sabores chilenos, mezclas de sabores que tenemos en la cultura chilena, en diferentes regiones del país. El nombre, hace referencia a lo picaresco de nuestra cultura, a lo gracioso de nuestros modismos. Por eso, los nombres de nuestros productos van relacionados con esos aspectos, usando el ‘doble sentido’ que es tan típico de nuestra cultura”.
Y agrega: “Esto partió con un socio, pero finalmente decidí separar aguas. Así que en esta segunda etapa hice todo distinto y mi polola ha sido mi gran apoyo. Pero emprender es difícil, sobre todo cuando los recursos están limitados, así que solo el ingenio y la perseverancia es lo que me mantiene en pie. Es difícil sostener un negocio y más en plena pandemia, porque requiere mucho tiempo, en especial para posicionarse en el mercado. Hay que tener paciencia y cabeza fría para aguantar todos los procesos y situaciones que van presentándose en el camino. Mi pareja ha sido fundamental en todo esto, me ayuda con todo lo relacionado a redes sociales y fotografías”.
¿Qué lo motivó a formar este emprendimiento?
Estuve administrando algunos conocidos restoranes de Santiago, trabajé en diferentes áreas en el rubro gastronómico como: en cocina, área de administración, estando a cargo de todo el desarrollo operativo en restaurantes antes de que empezara la pandemia. Pero decidí tomar una mejor opción laboral, pero ya con la pandemia establecida en el país, fue cuando me decidí a emprender. Con la experiencia adquirida durante la pandemia y todo lo relacionado con el e-commerce y delivery, decidí desarrollar una marca que rescatara los sabores chilenos, con materias primas nacionales, una marca con identidad gastronómica. También decidí invertir en un foodtrucks y actualmente se encuentra en el “Mercado Macul”- ubicado en Exequiel Fernández 3305- de martes a domingo. Es un patio en donde hay varios carros de comidas, trabajo junto a un cocinero de confianza y es bastante variado.
¿Cómo preparas estos sánguches, cuéntanos algún secreto?
Sabes me he inspirado en lo que he probado en nuestro país y aplicando técnicas culinarias para lograr un buen producto final. El secreto es hacer las cosas con cariño, con dedicación, con detalles. Desde la materia primas que seleccionamos, los proveedores que elegimos, hasta el packaging, que es el término de nuestra carta de presentación ¡nada más! Y bueno, dedicarse ciento por ciento con lo que hacemos. Por eso invito a todos a seguirnos en nuestro Instagram @lossinverguenzas_sangucheria ahí hay muchos que nos contactan. Por ahora tengo pendiente la página web, pero estamos trabajando en eso, por eso el Instagram es la mejor forma de contactarnos.
¿Cuáles son los sánguches estrella?
Bueno para mí el preferido es “Los Coquimbanos”, porque soy de la Cuarta Región, pero es un sánguche de pescado frito, tradicional del puerto de Coquimbo, nuestro secreto es el batido a base de cerveza y varios condimentos, todo esto servido en una marraqueta, con tomates, cebolla, ají verde y mayonesa casera. Después el más pedido es el “Con lengua por favor”, porque su base es de lengua de vacuno estofada, blandita, laminada y levemente dorada en aceite de oliva, con porotos verdes, tomate, ají y salsa tártara casera. Luego, viene el “Shileno Sinvergüenza”, que es una hamburguesa Angus de 200 gramos, preparada en pan amasado, con pebre, láminas de longanizas de Chillán y una salsa golf casera que no es nada parecido a lo que conocemos. Por último, la “Cabra soltera” está hecha con carne mechada atomatada, con merkén ahumado, queso de cabra fundido, láminas de palta, tocino crocante y mayonesa casera con cilantro perejil y un toque de ajo”.
