Junto a un grupo de socios conformaron una cooperativa y decidieron vender productos provenientes de pequeños productores del campo de catorce regiones del país.
Los productos orgánicos y comer saludable son una tendencia que crece cada vez más en el mundo. Se trata de un tipo de alimentación consciente y saludable que promueve bajar los altos índices de obesidad en las personas. En ese contexto, hace cuatro años nace la tienda Mundo Rural ubicada en el metro Escuela Militar (local 3). Se trata de un programa piloto del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), en respuesta a la demanda de las organizaciones campesinas nacionales para mejorar la comercialización de sus productos provenientes de la agricultura familiar campesina. La iniciativa contemplaba la administración de estas tiendas bajo algunas organizaciones campesinas como la Confederación Nacional Campesina CONAGRO.
Faride Tiare (34), ingeniera en agronegocios, es la actual gerenta de esta confederación.“Somos un puente entre el mundo campesino y la cuidad, estamos conectados a través de la alimentación, para lograr el bienestar y la satisfacción de las personas, mediante una experiencia cercana con el mundo rural. Trabajamos bajo un circuito corto de comercialización y de economía local circular, porque somos el único intermediario entre los productores y los clientes, dejando un mayor margen de ganancia para los campesinos. Vendemos distintos productos provenientes de pequeños productores de catorce regiones del país, teniendo 187 razones sociales como proveedores, formadas por un total de 517 personas y, un 15% de ellas, son socios y socias de la Confederación CONAGRO. La tienda es administrada por Constanza Santander Miranda y cuenta con un equipo de tres mujeres, además del apoyo de un contador.
Respecto a sus orígenes sirios, nos comparte un poco de su historia familiar: “Mi bisabuelo fue Mercherd Tayara Nallar, quien llegó de Siria, pero en el Registro Civil de la época escribió el apellido como sonaba, es decir Tiara. El provenía de la ciudad de Homs, y se casó con mi bisabuela hija de sirios, pero nacida en Chile, Emilia Arbuch Basbuch. Soy la cuarta generación proveniente de esta rama. A muy temprana edad mi abuelo, Fernando Jorge Tiara Arbuch, segundo dentro de seis hermanos quedaron sin padres y tuvo que asumir la responsabilidad de cuidar a sus hermanos más chicos. Todos los hermanos fueron y son comerciantes. Mi abuelo no siguió la tradición y se casó con mi abuelita Olivia Hernández (chilena) y tuvieron tres hijos, dentro de los cuales está mi padre, Fernando Tiara, Ingeniero en Alimentos que se casó con Elizabeth Pizarro y tuvieron tres hijos que somos: Faride, Faruk y Fayra. Dentro de las tradiciones rescató la importancia de la familia y su unión, el valor de la palabra y la comida árabe. Siento que heredé de mis abuelos, el esfuerzo y perseverancia, el gusto por las buenas comidas, el ahorro, los negocios y ser buena anfitriona”.
- ¿Qué te llevó a hacer esta conexión con el mundo rural para acercarlo más a la ciudad?
Si bien no es mérito mío, este negocio nace en respuesta a la gran problemática que presentan los campesinos en la comercialización de sus productos, puesto que es un sector que presenta una serie de dificultades y está muy invisibilizado a nivel nacional. La verdad es que las organizaciones campesinas vienen demandando mejorar la comercialización de sus productos por décadas, y si bien se han hecho esfuerzos, aún el problema persiste. Yo trabajo desde el 2014 en la Confederación y, en el 2018 asumí la gerencia, la cual se dedica -a través de su tienda- a vender productos campesinos, pero también formulamos y ejecutamos proyectos de riego para la pequeña agricultura. Tengo la gran responsabilidad de sacar adelante esta empresa que se crea para contribuir con soluciones concretas a las problemáticas de los socios y campesinos.
- Entiendo que los productos que ofrecen orgánicos, ¿cómo cuáles?
Contamos con productos riquísimos y artesanales, la gran mayoría son de larga vida útil. Con certificación orgánica hay mieles, pastas de aceitunas y varios otros son agroecológicos o libres de químicos. Además, tenemos más de veinte productos con el sello de calidad que otorga INDAP, el Sello Manos Campesinas, que garantiza su origen campesino, artesanal, comercio justo y con un bajo impacto ambiental. Actualmente, tenemos seis categorías de productos y alrededor de unos más de 500 productos: por ejemplo, las distintas mieles (mono florales y multiflorales), huevos de gallinas de libre pastoreo, aceites de oliva, salsa de tomate, yogurt de pajaritos, orégano de Socoroma- producido por Aymaras- y otros productos fermentados que aumentan el sistema inmunológico, tales como la Kombucha y el chucrut Sauerkraut. Las mieles además de ricas provienen directamente de los apicultures y tenemos la certeza que no están adulteradas, y los manjares son realmente como de los de la abuelita.
- ¿Cuáles son los productos más vendidos?
Nuestra variedad de productos es muy amplia. Tenemos quesos de cabra, quesos mantecosos, mermeladas, manjares de leche de cabra, chutney, pastas de ajo, salsa de ají, chimichurri, snacks de frutos secos, café de trigo; vinagre de manzana, dulce de membrillo, ajo negro, tomate rosado en el verano; hierbas medicinales, shampoo, bálsamo, cremas faciales en base a baba de caracol y con distintos ingredientes activos, sérum, aromaterapia y también artesanías pirguas; productos especializados como el pan de masa madre, pan sin gluten, repostería vegana, empanadas y sándwiches veganos, alfajores y manjares sin azúcar.
- ¿Cómo te pueden buscar los clientes?
Los invito a todos a visitar nuestra tienda ubicada en el Metro de Escuela Militar, en Avenida Apoquindo 4400 Local 3, Las Condes. Contamos con página web mundoruralmem.cl y en Instagram pueden seguirnos como @mundoruralmem
- ¿Han recibido algún apoyo estatal para seguir adelante?
Desde el comienzo contamos con el apoyo de INDAP. Además nos adjudicamos unos fondos de Sercotec que nos ayudó a tener nuestra tienda y hemos tomado varias asesorías para recuperar nuestras ventas. El negocio tiene dificultades, dado que no nos hemos podido recuperar post pandemia y estallido social. En la actualidad, las ventas se han recuperado a un 50%, lo cual nos llena de alegría.
Por Paulina Latrach T.