El 19 de abril se realizó el lanzamiento de su libro «De Belén a Santiago» en el Club Palestino que fue comentado por Manuel Hasbún. En esta emotiva actividad estuvieron presentes toda su familia y amigos.
Sus padres, abuelos, bisabuelos y todos sus ancentros llegaron a Chile desde Belén, Palestina a principios del siglo XX. Fue un viaje que tuvo de dulce y agraz, que incluyó desde asesinatos, largas navegaciones cruzando el Atlántico y cruce por la Cordillera de Los Andes hasta que finalmente se asentaron en este país. El proceso de plasmar en letras sus memorias en un libro, “De Belén a Santiago”, duró un año. Este texto es el fiel reflejo de pertenencia que tiene de su familia y de su propia historia. Hoy, a sus 90 años, disfruta de sus hijos, 10 nietos y 3 bisnietos.
La verdad es que Elena Hasbún siempre quiso escribir y su familia le hizo el tremendo regalo de poder concretar ese sueño. Comenta que el día del lanzamiento estaba muy nerviosa pero que al recibir el cariño de toda su familia, se sintió tranquila y feliz. “Es un regalo conmemorable, que quiero que quede en el legado familiar y que perdure en el tiempo. Ojalá que el día de mañana mis nietos puedan completar esta historia que aún está incompleta”, cuenta doña Elena Hasbún Selume, la autora de este libro que pueden comprar con Diego Giacaman a través de su mail elbaisano@gmail.com o en @clubpalestino.
Cuando le consultamos cómo fue el proceso de comenzar a escribir su historia familiar nos cuenta que fue “de a poco… con tiempo, paciencia y dedicación, recordando los momentos más lindos y tristes a la vez, de mi vida y la de mis abuelos. Me juntaba todos los martes con Francisca, quien me entrevistaba y hablábamos de la historia familiar, detallando las historias e hitos familiares. No podría decir la fecha exacta de cuando empecé, pero sí fue un proceso largo en el que me llevó a contar una de las historias más lindas y verdaderas que conozco. Yo soy la menor de 11 hermanos y bien menor. Cuando llegó mi abuela de Palestina a vivir a nuestra casa en Chile, yo fui la que más tiempo estuvo con ella. Pasaba las tardes escuchándola hablar de nuestra historia familiar, de las tradiciones, de la cultura, hasta de los remedios caseros palestinos. Gracias a ella aprendí a hablar árabe. Soy la única que queda viva y la que más sabía de la historia familiar, no podía dejarla para mí, tenía que contarla”.
- ¿Qué la motivó a contar esta historia de su familia?
Me motivó el hecho de que es una historia llena de emociones y sentimientos, una historia digna de contar. Además, todos mis sobrinos y nietos siempre me preguntaban detalles de la historia familiar, cómo llegaron mis abuelos, mis papás, dónde vivían, cómo era la cultura etc.
- ¿Por qué siempre quiso escribir y cómo fue todo este proceso?
Siempre he sido muy buena lectora y pensé que dejar este recuerdo iba a revivir la historia de mis abuelos, dejando un legado a mis descendientes y conmemorar a aquellos que no están y que nos dieron la vida. Tuve este anhelo por tantos años y nunca pensé que llegaría el día en que pudiera concretarlo, incluso llegaron los bisnietos antes. Mis hijos, para mi cumpleaños número 90 decidieron regalarme la posibilidad de cumplir este sueño. Fue un proceso largo, agotador, a mis 90 años escribir, pensar y plasmar cuesta pero emocionante también.
- Si tuviera que contar los hitos más importantes que marcaron su historia familiar, ¿cuáles serían?
Hay muchos, está todo plasmado en el libro, cada frase escrita es un momento y un hito importante que no puede pasar inadvertido, por eso los dejo invitados a que lean esta historia. Pero uno de ellos fue cuando mi abuelo presenció un asesinato en Palestina y fue obligado a viajar a Chile, sin dar explicaciones a su señora. Cuando mi abuela viajó finalmente a Chile, no alcanzó a reencontrase con su marido pues ya había fallecido.
- Aparte del libro, ¿cuál cree usted que son los valores que ha logrado traspasar a sus hijos, nietos y bisnietos?
Siempre he recalcado la importancia de la unidad familiar y las raíces. La familia lo es todo, ellos siempre están para uno. Es importante mantener y reforzar los lazos, nunca dejarse de lado.
- ¿Qué consejo les daría a las generaciones más jóvenes de origen árabe en Chile?
Que nunca olviden sus orígenes, nosotros somos lo que somos gracias a nuestros orígenes. Nunca dejen de luchar por Palestina porque nosotros, somos la resistencia y los que debemos hacer justicia por todos aquellos que no han podido hacerlo por la represión.
- ¿Cómo se llevaba con sus hermanos, cuál era su más compinche?
Mis hermanos eran Afife, Elías, Juan, Jorge, Rafael, Enrique, Ana, Amanda, María, Eduardo y yo. Y la verdad es que todos éramos muy compinches, como yo era la menor era la más regalona. Me cuidaban como si fuese una hija de ellos.
- Cuando tuvo el primer ejemplar en su mano, ¿cómo fue ese momento?
Fue un momento mágico, sentí que tenía en mi poder un libro lleno de anécdotas que me emocionan. Es un momento único… ¡Logré cumplir un sueño!
Por Paulina Latrach T.