- La organización internacional expresó su asombro ante la destrucción completa del Complejo Médico de Al-Shifa de Gaza tras 14 días de asedio. «El sufrimiento de las y los palestinos atrapados ya no puede expresarse con palabras», han señalado en todas sus plataformas.
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) sigue insistiendo en un alto al fuego inmediato y duradero para lograr salvar vidas y que al mismo tiempo se restablezca el flujo de ayuda humanitaria. De hecho, a través de su página aseguran que de esta acción “depende la supervivencia de la población de Gaza”.
Desde el 11 de marzo, MSF opera en tres hospitales (hospital Al Aqsa, hospital de campaña indonesio de Rafah y maternidad El-Emirati), un centro de atención primaria (clínica Al-Shaboura) y dos centros de salud en Al Mawasi, en la zona de Rafah. El personal de MSF también presta apoyo al hospital de Al-Awda, en el norte y todo su trabajo se desarrolla principalmente en el sur de Gaza. Sus equipos ofrecen apoyo quirúrgico, atención a heridas, fisioterapia, atención posparto, consultas externas, vacunación y servicios de salud mental, pero los repetidos y sistemáticos asedios a varios hospitales están reduciendo las actividades de los médicos a un territorio cada vez más pequeño.
«Tras meses de retraso y con un coste inmenso para los más de dos millones de civiles que viven en Gaza, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó finalmente una resolución que exige un alto el fuego inmediato durante el mes de Ramadán. Se trata de un paso constructivo que debe ir seguido de acciones, pero un alto el fuego de dos semanas no es ni mucho menos tiempo suficiente para responder a las abrumadoras necesidades humanitarias. Reiteramos nuestra petición urgente de un alto el fuego duradero ahora”, ha señalado Avril Benoît, directora ejecutiva de Médicos Sin Fronteras Estados Unidos.
Además, ha agregado: “Ya hemos visto cómo dos resoluciones del Consejo de Seguridad (2712 y 2720) centradas en la emergencia humanitaria de Gaza han sido en gran medida ignoradas por el Gobierno de Israel. Los miembros del Consejo, individualmente y de forma colectiva, deben asegurarse de que las partes cumplan las disposiciones de la resolución. La protección de la población civil y de las infraestructuras civiles, junto con el acceso humanitario, no pueden condicionarse a ninguna otra cuestión. Los miembros del Consejo deben aprovechar esta oportunidad para poner fin al castigo colectivo de los civiles de Gaza. Incluso mientras los miembros del Consejo votaban a favor de esta resolución crucial, el Ejército israelí ha continuado sus ataques contra civiles, su asalto a hospitales y su obstrucción del acceso humanitario. Los hospitales que volvieron a funcionar están siendo asaltados de nuevo y la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina (UNRWA) —principal proveedor y administrador de la ayuda humanitaria en Gaza— sigue viendo recortada su financiación y restringidas sus operaciones».
Cabe señalar que -en los últimos cinco meses- los centros sanitarios han sido objeto de órdenes de evacuación y han sufrido repetidos ataques, asedios y redadas. De ahí que el personal médico y pacientes han sido detenidos, maltratados y asesinados mientras atendían a pacientes. Por eso, Médicos sin Frontera insiste en un alto al fuego de inmediato, debido a que al menos cinco personas de sus equipos médicos también han perdido la vida bajo los ataques de Israel.
Ante este escenario, Médicos sin Frontera en su sitio web asegura: “Tras más de cinco meses de guerra, los incesantes e indiscriminados ataques de Israel sobre Gaza han destruido edificios y barrios enteros en el norte del enclave, reduciéndolos a escombros y cascotes. La campaña de bombardeos se ha trasladado a la zona central y al sur del enclave con creciente brutalidad. Hasta el momento, más de 31.000 personas han muerto y más de 71.000 han resultado heridas, además de más de 7.700 que se calcula que están bajo los escombros, según las autoridades sanitarias locales. Se calcula que 1,7 millones de personas en Gaza -casi el 75% de la población- están desplazadas a la fuerza en condiciones inseguras e insalubres. Mientras, ningún lugar está a salvo de los bombardeos”.
Para la entidad internacional que se despliega por el territorio, indican que la población vive sin lo esencial: personas haciendo fila para recibir alimentos, agua y gas para cocinar, mientras las necesidades de cientos de miles de palestinos siguen sin cubrirse.
Las pocas instalaciones médicas que funcionan están saturadas. El sistema de salud no tiene la capacidad para hacer frente a la situación actual y están recibiendo a muchas más personas de lo habitual. La altísima densidad de población está teniendo –y tendrá– consecuencias médicas. Esto debido a que las condiciones de vida hoy en día son extremadamente precarias y el hacinamiento de los refugios y los campos ha provocado una emergencia sanitaria y un riesgo de enfermedades transmisibles.
Médicos sin Frontera explica que en Gaza “hay necesidades abrumadoras de atención de salud mental y heridas de guerra. Los hospitales que todavía están en funcionamiento están repletos de pacientes con heridas de guerra y urge atender emergencias sanitarias básicas, como maternidad, medicina general y, especialmente, de salud mental”.
La situación de los menores es especialmente dolorosa. Según la organización que tiene desplegado a médicos en Gaza hace unos días aseguró a un medio español que “no hay infancia en la Franja ni en Rafah. “Los niños hace meses que no van al colegio, no tienen atención ninguna por parte de sus familiares, por parte de sus padres. Están tirados en las calles intentando sobrevivir. La situación de los niños en Rafah, las condiciones higiénicas, el día a día, es absolutamente dramático», ha señalado un voluntario de MSF que estuvo en Gaza.
Esta semana, MSF expresó su asombro ante la destrucción completa del Complejo Médico Al-Shifa, invadido y arrasado por completo por el ejército israelí. En un comunicado publicado en la plataforma X, la entidad resaltó que la institución médica quedó reducida a escombros después de 14 días de ataques de las fuerzas israelíes dentro y alrededor de la instalación. Esas brutales acciones pusieron al hospital más grande de Gaza fuera de servicio, y dada la magnitud de la destrucción, las personas tienen ahora menos opciones de atención médica.
Finalmente, la Oficina gubernamental de Información en la Franja de Gaza comunicó que la ocupación israelí perpetró un crimen impactante contra la humanidad al destruir y quemar el Complejo Médico Al-Shifa. Durante los días de asedio, “Israel” arresto o asesinó a más de 700 civiles heridos, pacientes y personal médico. Además, intentó ocultar su atrocidad cubriendo los cadáveres con arena y enterrándolos mezclados con el suelo del complejo
Por Paulina Latrach
Editora general de Al Damir