- Esta semana, Israel lanzó un ataque contra el hospital Nasser en Khan Younis, lo que generó un incendio de proporciones consumiendo casi el 80% de un almacén de suministros médicos que son vitales para la población que allí se encuentra. Sin embargo, los ataques continúan sin tregua.
Muchos de los palestinos que se encuentran en Rafah, familias con niños, ancianos y enfermos, viven en carpas a la intemperie y han sido desplazados varias veces desde que estalló la guerra, el 7 de octubre. Exponerlos a un nuevo desplazamiento no solo sería peligroso sino poco viable para la supervivencia, teniendo en cuenta que Israel ha arrasado extensas zonas del centro y norte del enclave, que han quedado incomunicadas por la destrucción de las carreteras, por lo que empeoraría el acceso a la escasa o poca ayuda humanitaria que existe en estos momentos.
Este martes 13, el Gobierno de Sudáfrica ha solicitado al Tribunal Internacional de Justicia que vigile si la decisión anunciada por Israel de ampliar su operación militar sobre la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, puede suponer nuevas violaciones de derechos de los palestinos. En su solicitud, el Ejecutivo sudafricano señala estar “profundamente preocupado” por el hecho de que la ofensiva del israelí dé lugar a más asesinatos de civiles y una destrucción a gran escala en la zona, donde se refugian más de 1 millón de gazatíes, movilizados en las anteriores fases de la guerra. Es último refugio de los supervivientes de Gaza, exige que el tribunal use su poder para impedir nuevas e inminentes violaciones de los derechos de los palestinos”, se informó en un comunicado.
En la solicitud, el gobierno sudafricano se mostró “profundamente preocupado por la ofensiva militar sin precedentes contra Rafah, anunciada por el Estado de Israel”. Todo lo anterior, ya que “tendrá como resultado más ataques a gran escala, matanzas, daños y destrucción”, se añadió. Las autoridades sudafricanas indicaron que, según el reglamento de la CIJ, el tribunal puede “en cualquier momento” valorar si las circunstancias de un caso “requieren la indicación de medidas provisionales que deben ser adoptadas o cumplidas por algunas o todas las partes”.
Frente a este nuevo ataque, la organización estadounidense Refugees International dijo que una ofensiva terrestre en Rafah «tendría resultados catastróficos para la población civil», por lo que «Estados Unidos debe utilizar toda la influencia a su disposición para evitar un cataclismo humanitario».
Es por eso, que esta semana también se han pronunciado los gobiernos de Estados Unidos, China, Italia, la Unión Europea, Siria, Egipto y Sudáfrica y Naciones Unidas, entre otras entidades internacionales, quienes han solicitado de distintas maneras al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu que no lance un ataque a gran escala en Rafah. Desde Washington, el presidente estadounidense, Joe Biden, insistió en la necesidad de una pausa en la ofensiva militar de Israel, en medio de un acto con el rey Abdalá II de Jordania.
China pidió a Israel que “detenga todas las operaciones militares lo antes posible y a que haga todo lo posible para evitar que el devastador desastre humanitario en Rafah empeore”, indicó hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático en un comunicado. Aunque anteriormente China había pedido el cese de las hostilidades por parte de Israel o condenado sus ataques en la Franja de Gaza, es la primera vez que se expresa en términos tan directos. Cabe señalar que en los últimos meses, el país asiático ha pedido “todos los esfuerzos posibles para proteger a los civiles y evitar un desastre humanitario todavía peor”. Desde Pekín también han expresado su apoyo a “la causa justa del pueblo palestino para restaurar sus derechos e intereses legítimos”.
“Siempre hemos apoyado firmemente la causa justa del pueblo palestino para restaurar sus derechos e intereses legítimos. China está firmemente del lado de la equidad y la justicia en este conflicto”, dijo a finales del año pasado, el portavoz Wang Wenbin, quien también mostró su oposición a “cualquier desplazamiento forzado y reubicación de civiles palestinos”.
Por su parte, el líder de la diplomacia europea, Josep Borrell, había propuesto un embargo de armas contra Israel, cuestionando el cómo podrían evacuar los civiles que ahora mismo están en Rafah, ya que la frontera con Egipto está cerrada. “¿A dónde? ¿A la Luna?”, indicó Borrell, mostrando su indignación frente al ataque israelí.
La presión por detener la ofensiva en Rafah, último refugio de los civiles palestinos en Gaza, es inminente. La Autoridad Palestina, en un comunicado emitido esta semana, pidió una “intervención urgente e inmediata” que termine con el derramamiento de sangre y que obligue a Israel a “cumplir con sus obligaciones conforme a la Convención de Ginebra” y el dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para evitar un genocidio. “El Estado de Palestina pide a todos los actores responsables que detengan el genocidio y la destrucción de Israel contra el pueblo palestino y eviten una matanza en masa en Rafah”, añadió.
Por su parte, Egipto, también se manifestó a través de su ministro de Relaciones Exteriores Samé Shukri: “Rechazamos de plano el desplazamiento de palestinos desde la Franja de Gaza”, dijo el canciller, alertando del “nivel de destrucción y asesinato de civiles en Gaza no tiene precedentes… No podemos aceptar la pérdida de más vidas civiles en la Franja”, aseguró.
En Sudáfrica, el país que lideró una acusación contra Israel en la Corte Internacional de Justicia, presentaron una “petición urgente” al organismo para que considere “usar sus poderes” para evitar “una inminente violación de los derechos de los palestinos”. “La ofensiva militar sin precedentes contra Rafah, anunciada por el Estado de Israel, ha causado y causará un mayor número de muertos, daños y destrucción. Esto supondría una grave e irreparable violación de la Convención del Genocidio y de la orden emitida por el tribunal el 26 de enero”, indicó la presidencia del país.
En Siria, el Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que “muchos países del mundo siguen las inhumanas intenciones de Israel de lanzar una ofensiva militar terrestre contra Rafah, que es único y último refugio de más de 1,5 millones de palestinos desplazados por la entidad sionista de sus ciudades en el norte y el centro de Gaza”. Según la Cancillería, se trataría de una “grave violación de las normas del Derecho Humanitario”.
Este miércoles, Chile también se manifestó frente a la ofensiva en Rafah. “El Gobierno de Chile hace un llamado al cese inmediato de bombardeos por parte de fuerzas israelíes en Rafah, área en que se concentran más de un millón y medio de civiles palestinos. Asimismo, observa con suma preocupación el anuncio realizado por autoridades de Israel sobre una operación militar terrestre en dicha zona”, señaló un comunicado de la Cancillería de nuestro país.
Junto con hacer un llamado al cumplimiento de las medidas provisionales dispuestas por la Corte Internacional de Justicia el pasado 26 de enero, “en que se instruye a Israel tomar todas las acciones a su alcance para impedir la comisión de los actos contemplados en el Artículo 2 de la Convención para la Prevención y Sanción del Genocidio”, el gobierno chileno también insta, “una vez más, al cese inmediato de las operaciones militares por parte de todos los actores involucrados. De igual forma, reitera su oposición a acciones que conlleven un desplazamiento forzoso de la población palestina, tanto dentro del territorio de Gaza como fuera de él”.
El ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina pidió también que haya un «consenso internacional sobre la necesidad de proteger a los desplazados en Rafah», al tiempo que responsabilizó «total y directamente al gobierno israelí y su ejército por las vidas de los civiles».
Según información entregada por la Embajada Palestina en Chile, “la Agencia Palestina de Noticias e Información (WAFA) reportó que aviones de combate de las fuerzas de ocupación israelíes lanzaron aproximadamente 40 ataques aéreos dirigidos en particular a casas y mezquitas que albergaban a personas desplazadas, junto con intensos bombardeos de artillería por parte de buques de guerra sobre la ciudad de Rafah. Esta zona al sur de la Franja de Gaza, refugia a 1,4 millones de personas viviendo en carpas, tras ser obligados a huir hacia el sur por las agresiones de las fuerzas de ocupación. El director del Hospital de Kuwait, Suhaib Al-Hams, dijo: El hospital está lleno de heridos en una situación muy peligrosa y no hay suficientes medicamentos ni sueros’. Entre los ataques se encuentran las mezquitas Al-Rahma en Al-Shabura y Al-Huda en el campamento de Yabna, además de más de 14 viviendas habitadas”.
También agregan desde la Embajada Palestina en Chile que “durante 129 días consecutivos, las agresiones de las fuerzas de ocupación contra la población civil de la Franja de Gaza continúan por tierra, mar y aire, asesinando a 28.340 palestinos, incluidos al menos 12.300 niños e hiriendo a 67.984 personas, registrados por el Ministerio de Salud. Además, se estima que miles de víctimas permanecen bajo los escombros y en las carreteras, mientras la ocupación impide que las ambulancias y los equipos de rescate lleguen hasta ellos”.
Ataque al hospital Nasser
Este miércoles 13 el ejército de ocupación destruyó la puerta norte del hospital Nasser, ubicado en el sur de Gaza, y ordenó a las personas que salieran. Se informó al personal médico y a los pacientes que pueden permanecer en el hospital con un límite de un cuidador por paciente. Tras semanas de intensos ataques cerca del hospital Nasser, el personal médico, los pacientes y las personas desplazadas se encontraron atrapados dentro del complejo con muy poco acceso a los suministros esenciales. Muchas personas que resultaron heridas por el intenso bombardeo en Khan Yunis tampoco pudieron llegar al hospital para recibir atención de emergencia.
En diciembre, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió un alto el fuego inmediato en Gaza después de visitar el hospital Nasser. Junto a un equipo de Naciones Unidas, el director de la OMS fue testigo de cómo los médicos se veían obligados a tratar pacientes en el suelo, entre grandes sufrimientos, al estar al triple de su capacidad. “Los pacientes son asistidos en el suelo, gritando de dolor”, escribió en su cuenta de X, denunciando que “estas condiciones son mucho más que inadecuadas, son inimaginables para cualquier tipo de asistencia médica. No encuentro palabras que puedan expresar la preocupación sobre lo que estamos viendo. Alto el fuego. Ahora”, señaló Adhanom.
El portavoz de Unicef, James Elder, también visitó el hospital Nasser en diciembre. Al respecto, señaló a Al Jazeera que “cualquier sitio al que mires, hay niños con quemaduras de tercer grado, heridas de metralla, heridas en la cabeza o huesos rotos. Las madres lloran sobre niños que parecen estar a horas de morir. Parece una zona de muerte ahora mismo”.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas ha informado también de intensos combates cerca de los hospitales de Nasser y de Al Amal, poniendo “en peligro” al personal médico, a los heridos, a los enfermos y a la población que se encuentra en la ciudad.
Finalmente, Médicos Sin Fronteras (MSF) expresó este miércoles 14 de febrero su profunda preocupación por la situación en el hospital Nasser debido al asedio y el bombardeo del centro de salud por parte del Ejército de Israel. «Estamos muy preocupados por la situación que se está desarrollando en el hospital Nasser», indicó MSF en un comunicado en X.
Las personas se han visto obligadas a una situación imposible: permanecer en el hospital Nasser, en contra las órdenes del ejército israelí y convirtiéndose en un objetivo potencial, o salir del complejo y dirigirse a un paisaje apocalíptico, donde los bombardeos y las órdenes de evacuación son parte de la vida diaria”, afirmó Lisa Macheiner, coordinadora de los proyectos de Médicos Sin Fronteras en Gaza. “Los hospitales deben considerarse lugares seguros y, en primer lugar, ni siquiera deberían ser evacuados”, concluye.
La mayoría de las personas desplazadas en el hospital Nasser ya se han ido, y miles de habitantes de Gaza se encuentran una vez más sin ningún lugar adonde ir. La población no puede regresar al norte de Gaza, en gran parte destruida, debido a los puestos de control que impiden que las mercancías y las personas lleguen allí. En el sur, Israel ha estado realizando ataques aéreos contra la ciudad de Rafah, que ahora alberga a 1,5 millones de personas.
“La gente nos pregunta ‘¿dónde es seguro? ¿A dónde deberíamos ir?’ pero no hay respuesta a sus preguntas, y realmente les llevan a un sentimiento de desesperación. La gente ya no sabe qué hacer. Las personas se sienten inseguras y aterrorizadas por lo que sucederá después”, dijo Lisa Macheiner.
Por Paulina Latrach T.
Editora general de Al Damir