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Celso y Montserrat Gutiérrez Halabi:
HERMANOS Y SOCIOS EN PRO DEL LEGADO FAMILIAR

Estos odontólogos han creado un gran equipo de trabajo donde entregan un servicio multidisciplinario a sus pacientes. Desde la ortodoncia, rehabilitación, problemas con el bruxismo, entre otros.

Con el fin de continuar con la tradición de tener 16 dentistas en la familia, los hermanos Celso (36) y Montserrat Gutiérrez Halabi (35) -decidieron en el 2014- tomar las riendas de la clínica dental que fundó su abuelo Roberto. Hoy, cuentan con un equipo de trabajo que buscar brindar un servicio de primer nivel. “Junto a mi hermana Monserrat creamos nuestro propio equipo, tenemos un grupo de dentistas en la clínica, que está liderado por nosotros dos y con compañeros que tuvimos en la universidad, además de mi señora y otros destacados profesionales. Mi especialidad es la odontología restauradora o rehabilitación oral, por ejemplo, hacemos una rehabilitación a la persona que le faltan dientes, entonces le ponemos dientes, para reconstruir nuevamente su dentadura.  En cambio, mi hermana ve una parte completamente distinta a la mía, es especialista en ortodoncia y dolor orofacial, pero que es fundamental para que todo mi trabajo funcione. Por eso nos complementamos. Cuando llega un paciente lo diagnosticamos de manera integral junto a todo el equipo y de ahí vamos determinando quien es el especialista que lo tiene que atender primero”, explica el dentista Celso.

A eso se suma que Montserrat ha complementado su especialidad con medicina alternativa, con el fin de aminorar el dolor o las molestias que puedan tener los pacientes. Al respecto, ella nos cuenta: “Soy ortodontista y pongo frenillos, pero además veo todo lo relacionado con el dolor de cabeza, cuello, espalda alta y que tiene que ver con el bruxismo. Dentro de esa área hay un componente relacionado con el sistema nervioso central, principalmente por una alteración del nervio simpático, que genera una liberación extrema de cortisol y provoca distintos problemas en todo el cuerpo. Me metí en la medicina alternativa, porque es la que a mí me ha sanado en mi vida. Entonces, trabajo con yoga, aromaterapia y auriculoterapia, la cual complemento con muchos masajes y ejercicios de estiramientos para liberar a mis pacientes de cualquier remedio tradicional”.

Lo cierto es que el trabajo que realizan a diario los hermanos Gutiérrez Halabi ha generado una admiración mutua y así lo comparten con Al Damir. “Me siento muy cómoda trabajando con mi hermano, porque sé que él va a dejar al paciente increíble, confío demasiado en su trabajo. Él es más que mi hermano, forma parte de mi equipo, veo sus pacientes, sé cómo trabaja y lo que hace es un arte, porque garantiza sus tratamientos de por vida”, cuenta orgullosa Montserrat.

EL TRABAJO DE SU PROPIO LEGADO

La odontóloga comparte que en su familia hay 16 profesionales del área de la salud bucal, quienes en un principio trabajaron juntos, pero con el paso de los años decidieron separar aguas y la buena relación se mantiene en el tiempo. Incluso, muchas veces ven casos clínicos, buscan soluciones en conjunto y eso les ha servido para seguir perfeccionándose.

“Hoy en día hay bastantes doctores Gutiérrez e importantes profesores, pero destaco a mis tíos Roberto y Gonzalo Gutiérrez, éste último es muy conocido a nivel mundial, pero he tenido la oportunidad de aprender de ellos, principalmente de Gonzalo, quien ha sido mi gran maestro”, relata la ortodoncista.  

Celso y Montserrat destacan con orgullo su descendencia española y palestina. Cuentan que su madre Lya siempre les inculcó la cultura árabe y se criaron rodeados de todos sus primos. “Mi madre se preocupó de criarnos con las tradiciones árabes ciento por ciento, de hecho, mis cumpleaños los hacía con todos mis primos paisanos en el Club Palestino.  Nosotros crecimos con abrazos, besos, durmiendo con mi abuela hasta los veinte años, eso es muy paisano”, cuenta Celso.

En tanto, su hermana agrega: “nuestras raíces españolas eran distintas, más ligadas al estudio y una vida estricta. Es que el lado español de mis abuelos y mis padres nos hicieron ser estrictos y les importaban mucho los estudios, las notas y nos exigían bastante. También nos impulsaron a ser los mejores en todo lo que eligiéramos. Nosotros somos la tercera generación de una empresa familiar”.

Para estos hermanos, su vida va más allá de atender una consulta. Comparten que no pueden dejar de lado lo aprendido y junto con eso, buscan aportar a las nuevas generaciones, dejando su propio legado al igual que lo hicieron sus abuelos, padres y tíos.

“Hoy en día como hermanos hemos creado nuestro propio legado, gracias a la comunicación que tengo con mis tíos y primas, vemos cosas en común, porque si hay algo que a todos los Gutiérrez nos caracteriza, es que nos gusta mucho estudiar y estar siempre actualizados. Queremos enseñarles a nuevas generaciones, por eso tenemos un par de alumnos… En lo personal me proyecto en enseñarles y a poder delegar un poco, porque personalmente quiero alejarme un poquito de esta carga laboral constante. De hecho, desde que me recibí, no he parado de estudiar, me he especializado full en el trabajo y, lo cierto, es que ahora quiero formar mi familia”, nos comparte Montserrat Gutiérrez.

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