- Dedicación, vocación y lucha por visibilizar Palestina.
Carolina Chahín Ananía ha sido galardonada con el Premio a la Médica Destacada 2025, un reconocimiento a su compromiso con la protección y salud de una de las poblaciones más vulnerables: las mujeres que viven con VIH. A lo largo de su carrera, ha enfrentado barreras y prejuicios, consolidándose como un referente en la medicina y la defensa de los derechos de sus pacientes.
Nacida en Temuco en el seno de una familia palestina, donde sus cuatro abuelos eran palestinos, su crianza estuvo marcada por los valores del esfuerzo y la perseverancia. «Mi abuelo era un hombre extraordinario, un emprendedor que comenzó vendiendo con un canasto y logró asentar su familia en la Novena Región», recuerda.
Su formación académica comenzó en la capital de la Región de la Araucanía, pero su familia decidió trasladarla a Santiago para continuar sus estudios. Fue así como ingresó al internado del colegio Dunalastair, que posteriormente se convirtió en Grange School. Desde temprana edad, su interés por la medicina fue claro, aunque no exento de obstáculos. Cuenta a Al Damir: «Mi padre, también médico, me intentó disuadir de estudiar medicina y me ofreció una calculadora para que optara por Ingeniería Comercial”.

El camino en la medicina
En la Universidad de Chile, Carolina cursó sus estudios de medicina y al finalizar la carrera, se casó y regresó a Temuco, donde comenzó su práctica médica en condiciones adversas. Así lo recuerda y comparte: «Trabajé en un programa de empleo mínimo instaurado por el Gobierno de Augusto Pinochet para paliar la crisis laboral. Posteriormente, cuando se abrió la posibilidad de formarme como internista en la región, la tomé inmediatamente, a pesar de que la beca era miserable».
Su interés por la infectología la llevó a especializarse en el Hospital San Borja Arriarán, donde comenzó a tratar los primeros casos de SIDA en Chile. «Al volver a Temuco, los primeros pacientes con VIH comenzaron a llegar y yo era la única médica con formación en el tema. Me enfrenté a una discriminación brutal dentro del hospital, tanto hacia los pacientes como hacia mí misma por atenderlos», explica la médico.
Un reconocimiento a su trayectoria
Hoy, su trabajo ha permitido atender y acompañar a cientos de mujeres embarazadas con VIH, asegurando que sus hijos nazcan sanos y promoviendo el acceso a tratamientos adecuados. «Ver a estos niños crecer libres de la enfermedad es el mayor logro de mi carrera», afirma la doctora Carolina emocionada.
Al recibir el Premio a la Médica Destacada 2025, la Dra. Chahín reflexiona sobre el rol de las mujeres en la medicina. «Ha sido un camino difícil, porque la medicina ha sido un espacio dominado por los hombres. Pero hoy, cada vez más mujeres estudian medicina y ocupan cargos relevantes. La medicina es una bendición, una profesión que nos permite ayudar y transformar vidas», reflexiona.
Una voz por Palestina y la justicia social
Como descendiente de palestinos, la Dra. Chahín no puede ignorar la crisis humanitaria en Palestina. Al respecto nos comenta: «Es desgarrador ver cómo la prensa invisibiliza la masacre que ocurre día a día. Las mujeres en Gaza están desnutridas, obligadas a someterse a cesáreas sin anestesia, mientras la comunidad internacional guarda silencio».
Desde su tribuna, Chahín hace un llamado a sus colegas médicos a no ser indiferentes. «La medicina no es solo un trabajo, es un compromiso con la humanidad. Debemos luchar por una salud digna y accesible para todos, sin importar su origen, su condición social o su diagnóstico», dice categórica.
Al concluir la entrevista, la Dra. Chahín reafirma su amor por la profesión y su gratitud por el reconocimiento. «Bendigo cada día poder levantarme y hacer lo que realmente me apasiona. La medicina me ha permitido no solo sanar cuerpos, sino también acompañar almas».
Por Gazan Qahhat Khamis
