Cecilia Acle Kattan

Es su primer libro y Cecilia Acle Kattan nos cuenta que le tomó mucho tiempo y esfuerzo el poder plasmarlo. “Soy perfeccionista con mi trabajo, lo hago siempre lo mejor posible, con compromiso y dedicación. Más que inspiración diría que es una gran motivación lo que me impulsó a escribir y es mi interés ayudar a que las personas vivan mejor”, explica a Al Damir sobre “Bajo la superficie”.

Ella ha ejercido la práctica clínica – psicoterapia- desde que se recibió hasta la fecha. Al comienzo de su carrera se dedicó a tratar principalmente adolescentes, ya que era el área de una primera especialización. Además, ha sido docente durante casi toda su carrera profesional, en distintos temas relacionados con psicología, tanto en pregrado como post-título en varias universidades y un instituto. También tiene estudios de post-título en Psicoterapia de Grupos y Vínculos, lo que incluye parejas y familias, además de grupos no terapéuticos, como, por ejemplo, equipos de trabajo en organizaciones

Al respecto, nos comparte “en general percibo gran interés de la gente por la psicología, en todos los ámbitos, clínica, organizaciones, docencia, el área social, familiar. El tema de los vínculos amorosos de pareja es especialmente importante para la gran mayoría de las personas, y es un tipo de relación que suele presentar dificultades y conflictos que hacen sufrir tanto a los miembros de la pareja como a hijos (as), parientes, amistades y otros grupos cercanos. Por ejemplo, cuando una pareja se lleva mal, ya sea si se produce una separación o divorcio como si permanece junta, es bastante evidente el daño que produce a su alrededor. Es tremendamente doloroso que dos personas que se aman terminen su relación, porque no logran resolver sus conflictos y mis conocimientos y experiencia me han demostrado que muchas veces se puede salvar un vínculo amoroso con ayuda profesional”.

¿Qué te llevó a escribir este libro?
R: Durante mi carrera he escrito artículos sobre distintos temas y el de los vínculos de pareja es muy extenso y profundo, tiene una enorme relevancia en la vida de todos (as), por lo que apareció la necesidad de desarrollar y juntar sus diferentes aspectos en un libro. Hay muchas personas inteligentes, intuitivas, observadoras que, sin haber estudiado este tema, captan bastante de este fascinante mundo que es lo psíquico, tanto propio como ajeno. 

¿Cómo describes tu trabajo?
R: Un (a) terapeuta que ayude a conocer y entender ese mundo interno, contribuye a que se produzca un cambio fundamental en la vida, en su forma de entenderse a sí mismas y a los demás, lo que conlleva un gran desarrollo personal y mejoría en sus relaciones. Es como si alguien lograra sumergirse en lo profundo del mar y viera cosas que no conocía y que, sin embargo, son parte de nuestro mundo, es fundamental e influye en nuestras vidas.

Muchos escritores tienen alguna cábala antes de comenzar a escribir un libro, ¿tienes alguna?
R: No tengo una “cábala”, sino que puedo visualizar cómo aportar a mejorar la calidad de vida de las personas.

Cuéntame acerca de tus ancestros…
R: Mis orígenes y la dedicatoria del libro es “a mis ancestros» y agrego: ‘finalmente, lo que nos hace pensar es el dolor’. Con esto quiero decir que, una cosa buena que se puede ganar de tener vidas con mucho sufrimiento, como suele ser la de inmigrantes es que, si se enfrentan y aprovechan las dificultades, se puede salir muy fortalecido(a) y tener logros muy satisfactorios y una vida con sentido, aportar a los seres queridos y a la sociedad. Es eso que hemos escuchado tantas veces, que de las peores crisis puede salir algo bueno, que fortalece a quien la sufre, y permite una realización personal, familiar, y en otros ámbitos.

Hace una pausa y agrega:
R: Mis cuatro abuelos, como cientos de paisanos, llegaron a Valparaíso desde Palestina a comienzos del siglo pasado huyendo de la invasión turco-otomana. Por parte de mi padre venían de Beit Jala, se llamaban Carlos Acle y Sofía Masry, y los maternos de Belén, Francisco Kattan y Margarita Laama, ambas familias cristianas. En su niñez mi madre se crió en Valparaíso y mi padre en Viña del Mar, y años más tarde ambas familias se trasladaron a Santiago, donde se conocieron mis padres, Víctor Acle, médico y pianista, e Irene Kattan, traductora e intérprete. Yo he vivido siempre en la capital. Sólo tengo unos pocos recuerdos de muy niña de mi abuelo materno, a los demás no los conocí ya que murieron bastante jóvenes, por distintos motivos. Tengo mucho que agradecer a mis antepasados, personas que deben haber sido inteligentes y valientes, para irse a una parte del mundo tan opuesta a lo que conocían. Tuvieron que dejar esa maravillosa tierra que ha estado ocupada por siglos, perdiendo mucho. Por otra parte, con gran esfuerzo se adaptaron a este también privilegiado país, lograron desarrollar una actividad económica, formar una familia, amistades y establecerse definitivamente. La herencia que he recibido es un ejemplo de valores a toda prueba, aprovechar las capacidades, dedicación al trabajo, honestidad, cariño, generosidad entre otras cualidades. Respeto a las tradiciones ancestrales y valoración de lo bueno de la cultura chilena.

¿Qué reflexionas respecto a las raíces árabes en nuestro país?
R: Cuando llega a un país o región mucha gente de lugares lejanos produce en un comienzo cierta reticencia y mi impresión es que los (as) palestinos, en su gran mayoría muy buena gente con su buen carácter y disposición, con talento, fuerza y capacidad de salir adelante, aportando en todo sentido, fueron ganándose el respeto y la valoración sociales, se han integrado y han enriquecido la cultura chilena. Las sociedades a veces pasan por épocas muy difíciles y hay que luchar para atravesar por ellas, rescatar lo bueno y llegar a ser mejores. Yo apoyo el movimiento pacífico #BDS creo que todas las personas tenemos la responsabilidad de actuar por la vida y la paz del pueblo palestino y de todos los que lo necesiten, con la confianza de que vendrá un nuevo amanecer. Mi libro está disponible en la tienda de la Fundación Belén 2000 y en otros sitios web y en algunas librerías bajo demanda. Invito a preferir la Fundación si desean adquirirlo, para seguir contribuyendo a sus nobles fines.