CONOCE LA PYME SUSTENTABLE ECO-ENCERADOS DE BIOBÍO
Catalina Abusleme (31) quien vive en la región de Biobío y es madre de 3 hijos, quería formar un emprendimiento que le permitiera reducir los residuos plásticos que generaba en su casa y reutilizar retazos de telas en desuso. De formación técnico en prevención de riesgos quería dar el salto y formar su propia empresa, porque buscaba una alternativa al plástico de un solo uso. Al principio no fue fácil, empezó casi de manera muy casera, de hecho nos cuenta que enceraba las telas con una plancha y obviamente eso demoraba mucho la elaboración de estos, pero luego se adjudicó un fondo estatal y logró comprar una maquinaria más profesional para el proceso.
“El encerado de telas proviene del antiguo Egipto, en donde momificaban las momias con telas impregnadas con cera de abeja para la preservación y, en la actualidad, podemos usarlas para la conservación de alimentos y así disminuir considerablemente los residuos plásticos en el hogar. Me gustaría que todos pudiesen optar a esta alternativa, los índices medioambientales hablan de una crisis y el comienzo debe ser de nosotros, el disminuir los residuos plásticos en el hogar es el primer paso, ofrecemos un producto de calidad, 100% natural y amigable con el medio ambiente, nuestra proyección es estar a lo largo de todo Chile, para que nuestro producto este a la mano de todos”, nos comparte Catalina a Al Damir.
Además, nos cuenta que su familia ha sido fundamental en el apoyo que ha recibido y que la han impulsado a seguir adelante en este camino del aún más mi negocio, logrando incluso ser elegida una empresa destacada este 2023 y, actualmente, me adjudiqué el Fondo Par Mujer de Corfo”. Lo cierto es que la producción de telas enceradas ecológicas para alimentos, son productos que funcionan como una alternativa natural a los envoltorios a base de plásticos como el papel film. Para Catalina ha sido fundamental la comercialización en redes sociales y cuenta con una tienda en Cañete, pero también trabaja con pymes de La Araucanía que venden sus productos.
Cuando le preguntamos por sus raíces árabes, Catalina nos cuenta que su bisabuela era de Jerusalén y su bisabuelo era de Beit Jala y cuando sus abuelos llegaron a Chile se radicaron en el sur, específicamente en Punta Arenas y luego se establecieron en Curicó. “Mi bisabuelo era profesor en Palestina y cuando llegó a Chile construyó y edificó varias construcciones de la época, además siete de sus hijos fueron comerciantes, incluido mi abuelo Nicolás Abusleme Marta, mientras que mi papá Elías Nicolás Abusleme Donoso también fue profesor de matemáticas. Bueno a pesar de que mi madre no tiene descendencia árabe nos ha sabido transmitir la cultura con mucho amor a través de la comida, las incansables noches rellenando hojitas de parra, zapallitos, berenjenas y papas han nutrido y fortalecido nuestras raíces. Así como los relatos de nuestro padre que nos han orientado en nuestra historia, creo que actualmente soy comerciante al igual que mi abuelo y para mí es un orgullo seguir sus pasos… saber la historia de mi familia me lleva a valorar profundamente mis raíces árabes”, dice la dueña de Eco-Encerados.
Hace una pausa y agrega: “Con mi familia mantenemos muchas tradiciones, la comida árabe es una de ellas, desde niña vi a mis abuelos envolver las hojitas de parra y enseñarle a mi mamá cómo se preparaban, así fuimos adquiriendo la costumbre de hacer comida árabe y siempre se elabora en familia, todos aportamos. Por ejemplo, mi padre ahueca las papas y nosotras nos encargamos de rellenar los zapallitos, papas, berenjenas, envolver hojitas de parra y mis preferidos son los repollitos, también preparamos prepara dulces árabes como baclava, ceregli, pero los aristelos son mi especialidad, además, los acompañamos de un buen café árabe”.
¿Por qué Eco-Encerados?
R: Mi pyme alude básicamente al sentido ecológico de mi proyecto, Eco de ecológico, y encerados por las telas enceradas que uso.
¿Cuéntame sobre cómo ayuda en cuidar el planeta?
R: Las telas enceradas están hechas con telas ciento por ciento algodón, fabricadas por una empresa de nuestra región, impregnadas con cera de abeja natural, resina de árbol y aceite de coco. Entonces, al impregnarse la tela queda una capa impermeable y adherente con la cual se podrá envolver alimentos, tapar recipientes o transportar snacks, evitando así considerablemente el uso de bolsas plásticas de un solo uso. Son envoltorios ecológicos que se pueden reutilizar y cuando cumplen su vida útil se pueden reencerar o compostar, siendo una alternativa altamente sustentable y sostenible en el tiempo. Si uno les da un buen cuidado lo cierto es que estos productos pueden durar de seis meses a un año.