- Este es uno de los meses más esperados del año, primero celebramos la Independencia de Chile y, segundo, esta época estival nos invita a disfrutar más al aire libre como la piscina o caminatas en los parques. Lo cierto es que el verdadero dilema es, si ganaste unos kilitos de más durante el invierno. Por eso, conversamos con esta especialista que nos compartió varios tips para disfrutar al máximo.
El panorama es claro. Los estudios revelan que en cuatro días de celebración de Fiestas Patrias, las personas tienden a subir entre 2 y 5 kilos de peso, ya que aumentan el consumo de productos altamente calóricos, llegando a un promedio de consumo de 5.000 a 7.000 kcal/día. Estos excesos y comidas altas en colesterol, los puedes evitar realizando algunos cambios de hábitos mínimos, pero que serán tremendamente beneficiosos para tu salud.
Conversamos con la nutricionista Katalina Khalilie Jadue -madre de dos pequeños Maya (3 años) y Maher Pichara (10 meses)- acerca de cómo disfrutar en este feriado largo sin culpa, ni dietas que te hagan sufrir. Para ello, los tips que nos compartió son: ideal incorporar más verduras, usar menos sal, comer un choripán, tomar vino y alejarse del clásico ‘terremoto’ que es alto en azúcar.
“Lo primero que recomiendo en estas Fiestas Patrias es que disfruten en familia y con los amigos, pero que se midan en la cantidad. Por ejemplo, no excederse en terremotos y empanadas. Lo importante es volver al equilibrio, a los buenos hábitos y eso es lo difícil, crear hábitos que permanezcan en el tiempo. Fiestas Patrias es para celebrar y comer. Disfrutar de un buen asado, no podemos culpar a los tres o cuatro días de una mala alimentación que tuvimos durante todo el año. Lo importante es hacer cambios de a poco y reales, compatibles con la vida cotidiana para que duren en el tiempo. No hacer dietas estrictas o de moda que hacen que bajemos kilos rápidamente, donde muchas veces comprometemos el músculo y luego viene el famoso ‘efecto rebote’, que es un círculo vicioso, donde viene la frustración y cuesta volver a empezar”, nos cuenta Katalina.
Y agrega: “mi consejo práctico para estas celebraciones es no excederse en los carbohidratos en una misma comida, ojalá acompañar el asado con ensaladas y no con arroz, papas y choclo en un mismo plato. De preferencia acompañar el almuerzo o comida con una copa de vino y, evitar el famoso terremoto o ponche de frutas, donde el nivel de azúcar es mayor”.
Claro que antes de entrar en su terreno profesional, Katalina nos comparte acerca de sus raíces árabes. “Vengo de una familia palestina, abuelos paternos y maternos nacidos en Beit Jala. Llegaron muy jóvenes a Chile en los años 1951 y 1952; pero mi familia materna se erradicó en Quillota y, la de mi padre, aquí en Santiago. Aún viven tres de mis cuatro abuelos. De esa generación y gracias a ellos lo que más puedo destacar es habernos inculcado valores como la perseverancia, el esfuerzo, mérito propio y el concepto de familia. Mis abuelos influyeron en quien soy como persona, en mi concepto de familia; el amor a las tradiciones palestinas, mis costumbres, mis valores… Ellos forjaron mi esencia e hicieron que esté orgullosa de mis orígenes, porque aunque nací aquí, nunca me he sentido ciento por ciento chilena”, nos comparte.
¿Por qué decidió y eligió esta profesión?
R: Siempre me gustó mucho el área de la salud, estaba entre kinesiología, fonoaudiología o nutrición. Me di cuenta que el dicho: ‘somos lo que comemos’, me hacía mucho sentido, vi cómo la alimentación y nutrición influyen en nuestra salud o enfermedad; cómo puedes mejorar la calidad de vida de una persona adecuando la alimentación a sus necesidades. Soy nutricionista de la Universidad del Desarrollo y trabajé apenas me titulé en la misma universidad, también estuve durante seis años como nutricionista clínica en la Uci/Uti del Hospital Padre Hurtado y también me desarrollé y capacité como docente universitaria y tutora clínica en la misma UDD. Actualmente, tengo dos consultas nutricionales en gimnasios 360 Sports, sede Kennedy y Buin.
Con dos hijos pequeños, ¿cómo logra compatibilizar la casa y el trabajo?
R: Lo cierto es que la pandemia me afectó harto, incluso ahora estoy un poco fuera de las pistas por mi chiquitito de 10 meses y, estoy volviendo de a poco. En el momento de pandemia, con mi hija aún pequeña en casa, todo era online, así que era un real caos, fue duro, pero gracias a Dios tengo todo el apoyo de mi marido y sobre todo de mi mamá que me ha apoyado en todo para que yo pueda seguir trabajando.
COMER SIN CULPA
¿Cómo se le enseña a una persona a comer sin culpa, a darse sus gustos?
R: Ése punto es clave para lograr objetivos, el comer sin culpa. Siempre les digo a mis pacientes que si van a comer un pedazo de torta, sea disfrutándolo y no sufriendo. El objetivo de la nutricionista en ese nivel es crear hábitos de vida saludable. Recalcar la importancia del ejercicio y, no porque nos comamos ese pedazo de torta vamos a engordar o lo estamos haciendo mal; siempre se busca el equilibrio. Soy partidaria de analizar la calidad de la alimentación y no contar calorías.
¿Los chilenos y la tasa de obesidad son grandes y aumenta cada vez más, cierto?
R: Bueno, Chile actualmente ocupa uno de los primeros lugares en obesidad a nivel mundial y de la región, es el segundo después de México, lo cual es muy preocupante hace años de esta realidad y sobre todo a nivel infantil. Las personas no ven la obesidad como una enfermedad, sino que lo ven como algo estético y, ése es el mayor problema, porque no le toman el peso a lo que conlleva. En términos simples: es un estado inflamatorio constante y de riesgo cardiovascular. Si bien se relaciona con el nivel socioeconómico y la cultura alimentaria chilena, creo que la industria, el sedentarismo y la inmediatez de la tecnología han influido negativamente. Ahora se están haciendo notar los productos y snacks más naturales, con menos ingredientes y más saludables. Claro que el saber elegir viene de la mano con la buena educación de un profesional, que te guía en esa elección y de ahí la importancia de nosotros, los nutricionistas. Muchas veces los pacientes creen que lo están haciendo bien o que eligiendo tal snacks o colación en reemplazo de otras es bueno para su salud, pero no es así. El marketing, las redes sociales y las opiniones de amigos a veces no son las mejores.
¿Cómo lo hacemos con los rellenos y dulces árabes?
R: La comida árabe en general es cero light, menos sus dulces. Igual debo decir que tienen muy ‘demonizada’ la comida árabe, porque si lo ves la mayoría de los rellenos es una verdura con arroz y carne. Si lo pusiéramos en un plato se ve un almuerzo equilibrado. El tema está en la cantidad que comemos y con qué frecuencia, además de los dulces que son el postre. Creo que la mejor recomendación es, por ejemplo, en vez de poner mantequilla, utilizar aceite de oliva y evitar freír las papas rellenas. Y es mejor combinar las comidas con más verduras durante el 18, que es lo que hacemos con el clásico choripán. Lo ideal es que las verduras siempre estén presentes, el choripán es aparte y ocasional. Creo que si vamos a comer un choripán, que sea uno solo, en pan marraqueta sin miga, con pebre y sin tanta mayonesa.
¿Cómo planificamos un menú?
R: Esta área es la que menos me gusta de la nutrición, pero un menú equilibrado debe tener variedad y suficiencia, es decir, contener todos los grupos de alimentos o macro nutrientes, en cantidades suficientes y alimentos variados. A modo general un menú se construye a partir de la famosa pirámide alimenticia o según el grupo objetivo: si son niños, adultos mayores, étc. Esto porque las porciones, los nutrientes críticos como vitaminas o minerales y las necesidades de las personas cambian.
Finalmente, ¿cuál dirías que es el momento que reúne a tu familia, a tus abuelos?
R: ¡Todos los domingos! Por supuesto, en las celebraciones de cumpleaños, Navidad y en fechas importantes, generalmente nos juntamos todos. Lo cierto es que todos los domingos almorzamos juntos, ya sea con mis papás y hermanos o con la familia de mi marido. Es el momento de relajo, de mucha comida y siempre se disfruta un cafecito con cosas ricas. ¡Ahí se me olvida que soy nutricionista! (Risas).
Por Paulina Latrach T.