Ester Musa (68) es feliz cocinando comida libanesa y sus palabras dan cuenta de aquello. Pero además, gracias a este arte culinario, pudo sacar adelante a sus dos hijos: Nissrin y Wissam Esber, debido a que su esposo Pierre falleció en un accidente hace 20 años.
Ella es hija de libanés -nacida en Chile- y se casó con un militar de la Fuerza Aérea Libanesa que vino a Chile, en una comitiva, en los años ‘80 por motivos de trabajo. Se conocieron en el Círculo Libanés, porque su padre invitó a toda la delegación a su casa a almorzar. Al respecto, Ester nos cuenta que “él vino por tres meses a nuestro país y cuando le quedaban 15 días para regresar a el Líbano, lo conocí y al tercer día me pidió matrimonio. No nos pudimos casar de inmediato porque, al ser militar, debía pedir un permiso y no alcanzaron a llegar los papeles a Chile y se tuvo que regresar. Después de nueve meses me vino a buscar…, yo no hablaba nada de árabe y él tampoco hablaba español, solo nos decíamos: ‘habibe, habibe’. Era junio de 1984 y vivíamos en Jounieh. Fuimos realmente muy felices allá y también cuando regresamos a Chile. Tuve 17 años de matrimonio y nos llevamos muy bien, allá aprendimos a conocernos como pareja, yo aprendí el idioma y las costumbres…, pero cuando él falleció un 13 de junio, nunca volví a casarme o a enamorarme de nadie, porque ¡yo todavía lo amo!”.
Ester Musa agrega que “saqué adelante a mis hijos sola, sin la ayuda de nadie y la cocina árabe fue el motor para educarlos y salir adelante con mi familia. Me siento muy orgullosa como mamá y muy feliz por mis hijos y mi nieta de 5 años que heredó el gusto por la cocina árabe. Mis hijos son profesionales, mi hija es periodista y trabaja en la embajada de Kuwait, y mi hijo es personal trainner y hace clases particulares y en un gimnasio en Las Condes. Estoy orgullosa de ambos. Llegamos a Chile en 1987 cuando ya tenía a mi hijo mayor Wissam de dos años y quedé embarazada de mi hija Nissrin. En el Líbano empezó la guerra muy fuerte en ese tiempo y yo vivía escondida en el sótano del edificio, fue entonces cuando decidimos volver a Chile. Luego en 2002 lamentablemente mi esposo sufrió un accidente (lo atropellaron) y falleció en forma inmediata. Fue ahí cuando comencé a preparar comida árabe desde mi casa, para sacar a mis hijos adelante. Tenían 16 y 14 años cuando nos quedamos solos”.
Ester junto a su hija Nissrin y su hijo Wissam
De la noche a la mañana se vio en la necesidad de cocinar ¿siempre le gustó preparar comida árabe?
Yo no tenía ninguna profesión, sólo era dueña de casa, pero me gustaba mucho cocinar y mi casa siempre estaba llena de gente y a todos les gustaba lo que preparaba. Un día una mamá del colegio de mis hijos me dio la idea de que hiciera comida árabe para vender y ahí comenzó todo hasta ahora. Aprendí a cocinar en el Líbano porque cuando estaba soltera no cocinaba nada. Me enseñaron mis cuñadas, mi suegra y las vecinas…
¿Qué es lo que más le piden?
Gracias a Dios me piden de todo, dulce y salado. Ahora el boom de las vegetarianas es pedir hojas sin carne, pero mi plato estrella es un pollo con arroz almendras, castañas de cajú y especies de el Líbano.
¿Cómo la pueden ubicar?
Me hacen pedidos con 3 a 4 días d anticipación, porque todo es fresco, nada es congelado. A mi celular +56992380482.
¿Cuál cree usted que es su secreto?
Todos los condimentos son del Líbano, ése es mi secreto, porque es necesario contar que la pimienta y el comino de allá que no tienen nada que ver con los condimentos de acá.